jueves, 29 de enero de 2015

Memorias tristes de un pez de océano que creció en un estanque


"Mi cerebro resuena con restos de poesía y locura." -Virginia Woolfe




Regresar a la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras es regresar a mi escuela pública. Es volver a sentarme en los pupitres humillados cuyas patas ya no aguantan mi peso. (Esas patas nunca aguantaron mi peso.) No pueden sostenerlo por que ellas no fueron creadas para levantar a las mentes libres y fomentar la curiosidad. Más bien fueron creadas para reprimir y encarcelar. Para que te sientes derecho y eventualmente dejes de preguntar. Volver a esta universidad es volver al sistema que me falló, el que se cruzó de brazos, el que me limitó. (El que quiso ahogar a un pez de océano en una laguna.) Es volver a mirar a través de las ventanas con un ardor en el pecho mientras ruedan las gotas de sudor por mi espalda y la maestra discute el más reciente chisme de farándula. Es un circo. Y me vuelvo a encontrar con los mismos payasos, sus cabezas siguen vacías, flotan por los pasillos sin saber por qué. Me acompañan en este recinto por que alguien les dijo que eso debían hacer. Sobrevivir a otra clase es emerger del estanque, como tantas veces, con el cerebro enfurecido y gritando que aún tiene hambre. Y todavía tengo hambre.




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Memorias tristes de un pez de océano que creció en un estanque by Ismarí Marín Negrón is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.