lunes, 17 de octubre de 2016

"Agarra un jodío libro"



Leí a alguien en Twitter que se sentía aliviada porque aún no había leído a nadie que se hubiera indignado por el suceso con el maestro. Claro que nadie está indignado. Somos una sociedad enferma. Nietos de niños que en la escuela fueron arrodillados sobre montañas de arroz, hijos de niños que fueron golpeados con reglas de una yarda y luego tatuadas las nalgas con manos rojas. Somos los que fueron humillados frente a toda la clase, callados a gritos, los que temblamos en el asiento cuando volaban las cosas de un lado al otro del salón. Nos orinamos y nos cagamos encima, literalmente, del miedo. Nos halaron por las orejas, hicieron chistes sobre nosotros para que toda la clase se riera, nos llamaron brutos, nos pusieron contra la pared. Todo, supuestamente, para aprender. En tercer grado la mamá de una compañera de clase se reunió con mi maestra. “Yo te doy permiso para que la agarres por el pelo y la arrastres hasta el asiento.” No puedo explicar por qué jamás olvidé esas palabras. Quizás fue la manera tan normal y relajada en la que la mamá le pidió a mi maestra que abusara de una niña de ocho años, de su propia hija. Mi maestra fue sensata y jamás le puso un dedo encima. Somos una sociedad enferma. Internalizamos el abuso y la violencia. Lo normalizamos. Lo celebramos. Estamos orgullosos de los chancletazos y de los correazos. “A mi me jaltaron a bofetá cuando niño y mira que bien salí”, dicen en un intento de defender y racionalizar lo que no pudieron entender cuando lloraban de dolor, de miedo, de rabia. Para justificar por qué ahora, sus hijos también son víctimas del ciclo de violencia. Llega al siglo 21. Agarra un libro sobre maltrato emocional y físico. Agarra un libro sobre psicología. Agarra un libro sobre la salud y el desarrollo de los niños y jóvenes. Pero nadie quiere mirar porque todos sufrimos en silencio. Impotentes, sujetos a las figuras de autoridad. Vulnerables, niños, adolescentes. “Eso son blandenguerías, changuería…” ¿Por qué estamos tan empeñados en negar nuestra humanidad, nuestras emociones, nuestras necesidades? Somos rápidos para justificar la pérdida de paciencia porque todos crecimos embotellando mierda, porque todos explotamos a la menor provocación. Porque cuando estamos en una posición de poder, nos desquitamos. Pero, pobrecito el maestro, él solo trata de enseñar. A cojón, a las patadas, a los gritos, con intimidación, a los coñazos, con violencia. ¿Quién aprende así? El pueblo aplaude como focas en un parque. Recuerda que los chamaquitos de hoy día están cabrones. Ya no se puede bregar con ellos. “El chamaquito lo traía al palo.” Lo que necesitan es un guía, alguien que los inspire. Como mi profe Rodríguez, el que convertía la física en poesía. Sigamos. Mencionemos a sus padres, hay que repartir bien la culpa, que no se quede nadie. Pasamos la papa caliente. En mi gira por la isla, dando abrazos y charlas, estuve en muchas escuelas. Conocí a muchos niños y a muchos jóvenes. Yo también fui niña, yo también fui joven. Se me tiraban encima, me besaban, me regalaban notitas y cartulinas. Me pedían que no me fuera, que volviera, que estuviera presente el día de su graduación. Abrazos y no violencia. Yo les pedía que abrazaran a sus maestros. No le otorgo la culpa a nadie en particular, pues todos hemos sido criados en el mismo sistema. Solo me pregunto, ¿hasta cuando? ¿Hasta cuando Puerto Rico se va a negar a mirar hacia adentro?


Creative Commons License"Agarra un jodío libro" by Ismarí Marín Negrón is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.

sábado, 14 de noviembre de 2015

París, Francia




" Haskell Moore: No importa lo que hagas, solo será una gota en un océano infinito. 
Adam Ewing: ¿Qué es un océano si no una multitud de gotas? " -Cloud Atlas

Quería mantenerme alejada de todo esto. Soy una persona increíblemente empática. Lo soy con todos los seres humanos que habitan el planeta Tierra y también lo soy con todos los animales (razón por la que soy vegana). Soy sensible, vulnerable, abierta, me permito ser estremecida por las tragedias de otros. Manejo bipolaridad, depresión y ansiedad. Hay muchos días en los que me levanto sintiendo todo el peso del mundo sobre mis hombros. Me inquieto y me frustro. Quiero salvarlos a todos y liberarlos de sufrimiento. Sin embargo, saturarse y sobrecargarse con demasiadas tragedias no es saludable. Por eso hago pausa, respiro y luego vuelvo a marchar.
Tener empatía significa sufrir con el otro. Irracionalmente, quiero creer que cuando sufro con el otro le quito un poco de la carga, pero racionalmente se que es una ventaja evolutiva que hace posible que nos interesemos por el bienestar de los demás y de esa manera lograr que sobrevivamos todos. No olvidemos que de manera individual este mundo nos tragaría. 
Hoy entré a facebook y he visto que muchas fotos poseen la bandera de Francia, cosa que me pareció totalmente lógica debido a la reciente tragedia. También he visto que muchos de mis contactos han tenido que defender su decisión de mostrar solidaridad con la aplicación de la bandera. Les advierto que no voy a discutir en los comentarios y que cualquier comentario negativo, ofensivo o fuera de lugar será borrado. No tengo energías para manejar mentes cerradas el día de hoy. Este mensaje no es para quienes se sienten irritados con las fotos de perfiles pintadas de azul, blanco y rojo. Este escrito es para toda la gente empática, como yo, que se siente impotente, frustrada, abrumada y horrorizada. 
Una de las quejas que he leído sobre el uso de la bandera es que dicho acto es inconsecuente y ridículo. ¿Saben a quien le decían ridícula y que sus actos eran inconsecuentes? A mi. Pedir abrazos en contra de la violencia en Puerto Rico a mucha gente le pareció poca cosa. Pero esa era mi manera de protestar la violencia en la isla y además, la forma en la que le dejé saber a miles de puertorriqueños que sí podían hacer algo, no importando que sus actos fueran considerados simples o pequeños. Mi tesis era que todo el mundo era capaz de aportar de una u otra manera. Yo logré que niños y niñas alrededor de todo Puerto Rico se abrazaran. Les di como herramienta una cartulina con crayolas. Las redes sociales también son una herramienta poderosa si se multiplica por un millón de seres empáticos. 
En otras ocasiones me manifesté por las tragedias ocurridas en otros países y muchos puertorriqueños me reclamaron preguntando, “¿qué nos han dado ellos?”. La contestación posiblemente es: nada. ¡Ah, pero eso es lo hermoso de la empatía! Si se cultiva, trasciende el género, la orientación sexual, la religión, las ideologías, la nacionalidad y la especie. No necesito que la gente de Francia, Venezuela, Syria, Beirut, Haití o Somalia me otorgue algo. Con suficiente empatía puedo sentir su dolor y eso es suficiente para hacer algo al respecto. Sea montarme en un avión y proveer servicios de emergencia o cambiar mi foto de perfil como muestra de solidaridad. Ningún acto es muy pequeño. Cuando uno está doliendo, saber que otros piensan en ti, saber que tu dolor importa y que eres relevante hace una gran diferencia. A su vez, reconocer algo como una tragedia y reaccionar, utilizar las herramientas a tu alcance para manifestarte y liberar tu dolor es igualmente importante.
Así que pongan la bandera de París si eso es lo que les funciona o manejen este acontecimiento tan doloroso de otra manera y denle ‘delete’ a los cínicos que toman la postura más cómoda de nuestro siglo: criticar y no hacer nada al respecto.


Creative Commons LicensePaís, Francia by Ismarí Marín Negrón is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.

jueves, 28 de mayo de 2015

Carta de una estudiante graduada de escuela pública



Voy a iniciar mi escrito de la misma manera en la que muchos estudiantes puertorriqueños han iniciado los suyos, con una oda al ego y un despliegue de mis "logros". 


Durante todos mis años de estudio siempre fui una estudiante destacada. Me gradué de la Escuela Elemental Dr. Modesto Rivera Rivera con alto honor, de la Escuela Intermedia Agustín Cabrera con alto honor y de la Escuela Superior Luz América Calderón con alto honor. Siempre pertenecí a los grupos catalogados como "avanzados". De todas las escuelas me gradué con trofeos y medallas y en todas formé parte del Cuadro de Honor. Me gradué de escuela superior con un promedio de 3.93 y con un IGS de 356. A diferencia de mis compañeros, tomé la prueba PEAU o el "college board" una sola vez y en contra de la insistencia de mis maestras de que repitiera la parte de la mañana para que obtuviera una mayor puntuación. En mi caso esto realmente no era necesario pues con mi promedio e IGS entraba a cualquier recinto y a cualquier programa. 



Contrario a lo que la mayoría de la población quisiera creer, mis notas y mis "logros" no son evidencia de que el sistema de educación público puertorriqueño es excelente. Cuando inicié el "Head Start" la maestra le indicó a mi mamá que debía comprar un cuaderno especial para mí, ya que yo estaba "por encima del resto de los estudiantes". Mi mamá lo hizo y se dedicó a estudiar conmigo en nuestro hogar. Luego de esto cursé el Kinder, el primer grado, parte de segundo y tercer grado en Bailey Elementary School y Branch Elementary School en Edwards Air Force Base localizada en el desierto de Mojave en el estado de California. Al regresar a Puerto Rico cursé un semestre en el Colegio María Auxiliadora para mi segundo grado. Para mi tercer grado, mis padres decidieron ponerme en la Escuela Dr. Modesto Rivera Rivera, sin embargo mi experiencia fue tan terrible que decidieron ponerme en el colegio Corsino's School para mi cuarto grado. Desafortunadamente, nuestra situación económica no permitió que siguiera cursando mis estudios en una escuela privada por lo que me vi forzada a regresar a la Escuela Dr. Modesto Rivera Rivera, donde culminé mis estudios de escuela elemental. 


En mi escuela elemental pública tuve una bibliotecaria excelente que creó un club y fomentó la lectura. Cuando pasé a escuela intermedia, la biblioteca nunca estaba abierta. Eso sin agregar los recursos limitados con los que contaban las mismas. En mi escuela elemental tuve una maestra excelente de ciencias, pero también tuve muchas maestras que ocupaban el tiempo de la clase hablando sobre su vida personal o que simplemente no nos daban clase. Ese fue el caso con mi maestra de español de quinto y sexto grado, la misma se sentaba en su escritorio a leer mientras los estudiantes hablaban, jugaban o dormían en el salón. También recuerdo que a mi maestra de estudios sociales le daba miedo estar sola en su casa y que por eso dejaba el televisor encendido hasta que llegaba su esposo del trabajo. Sí, esa historia la contó durante la clase. Mi maestra de inglés me acusó de que mis padres eran quienes realizaban mis asignaciones y le mandó una carta a mi mamá en la que le pedía que dejara de hacerlo. Mi mamá tuvo que ir a la escuela para decirle que yo era bilingüe y que hacía todas mis asignaciones sola. Mi hermano menor tuvo una maestra de ciencias que golpeaba a los estudiantes y una maestra de inglés cuya clase consistía de colorear dibujos en papel. 


En mi escuela intermedia todos mis maestros de matemáticas me fallaron con la excepción de una. Recuerdo una ocasión en la que mi maestro de octavo grado tomó nuestros exámenes, los lanzó al suelo y luego al zafacón mientras nos gritaba y humillaba. Ese mismo maestro nunca nos dio el material que correspondía. Mi maestra de noveno grado tuvo que rescatarnos y tratar de darnos tres años de matemáticas en un solo año. En intermedia, mi mamá se tuvo que reunir con la directora varias veces. No porque yo fuera una mala estudiante, sino porque tenía muchos maestros mediocres. Como por ejemplo, la maestra de educación física que me gritó "Cabrona" frente a todos mis compañeros. Mi maestro de música no tenía licencia para enseñar y nos humillaba constantemente en el salón de clases. El mismo se paraba frente a la pizarra y dibujaba un punto en la parte superior donde indicaba que ahí estaba la directora. Luego, trazaba una línea vertical de unas dos o tres pulgadas y dibujaba otro punto para indicar que ahí se encontraba él. Por último, trazaba una linea vertical hasta el final de la pizarra y dibujaba otro punto donde indicaba que ahí estábamos nosotros. Demás está decir que con él tampoco aprendí lo que se suponía se impartiera en su clase. Tuve otra maestra de estudios sociales que, al igual que muchas, dedicó gran parte de su clase a hablar sobre su vida personal. Con ella aprendí que su padre le había hecho una operación en el brazo a sangre fría y que había sido víctima de violación. Tengo muchas historias que contar, pero fueron doce largos años y todavía me falta hablarles sobre mi escuela superior.


En mi escuela superior tuve dos maestras que se destacaron y que hicieron la diferencia con mi grupo. Una de español y otra de inglés. Ambas nos dieron una clase equivalente a español básico universitario y a inglés básico universitario. Sin embargo, tuve una clase de historia de Estados Unidos y de América Latina en la que no aprendí nada. La misma maestra de historia permitió que estudiantes de otro grupo evaluaran y le asignaran notas a nuestras monografías. Estos estudiantes no solo hicieron fiesta con nuestras notas, otorgando "C" y "D" a la mayoría de mi grupo, sino que además se burlaron e hicieron comentarios despectivos sobre nosotros. Una vez más mi mamá tuvo que ir a pelear en mi escuela. Una vez más el resto de los maestros hizo silencio. Tomé una clase de biología en la que el maestro nos llenaba la pizarra de preguntas y luego nos daba las contestaciones. Mi maestra de matemáticas hizo una encuesta en mi salón para saber a qué programas universitarios estábamos contemplando aplicar y así fue como ella decidió qué matemática era la que nos iba a enseñar. Ya que la matemática que nos iba a enseñar no iba a beneficiar a quienes pensábamos estudiar ciencias e ingeniería, mi maestra decidió tomar una hora de su día para proveer a otro compañero y a mí, el material necesario para que cuando llegáramos a la universidad no fracasáramos. Desafortunadamente, una compañera malintencionada le comunicó a la directora lo que mi maestra estaba haciendo. La directora le prohibió a mi maestra que nos diera un material "adelantado" y distinto del que le estaba dando al resto de la clase. El material, en efecto, no era "adelantado", era el material que nos correspondía, pero que no estaba incluido en el currículo para las escuelas públicas. Me gradué de escuela superior sin tomar álgebra intermedia. Muchas de las cosas que aparecieron en las pruebas PEAU en la parte de matemáticas nunca me las habían dado, por tal razón tuve que tomar una clase remedial obligatoria de álgebra intermedia (la que se supone me hubiesen dado en escuela superior) durante el verano antes de ingresar a la Universidad de Puerto Rico. 


Cuando comencé mis estudios en la UPR conocí a compañeros de colegio que habían tomado pre-cálculo. Si eso no es estar en desventaja entonces no sé de qué otra manera llamarle. En mi primera clase de español la profesora pidió que nos presentáramos y dijéramos nuestra escuela de procedencia. De un salón de treinta estudiantes, tres éramos de escuela pública. En mi primer laboratorio de Biología nos entregaron una lista con los materiales que debían estar en nuestro gabinete. Yo no conocía la mitad de los instrumentos en la lista, como por ejemplo, no sabía lo que era una gradilla. No lo sabía no porque yo fuera bruta o porque no presté atención en la escuela. No lo sabía porque mi clase de biología en escuela superior fue una basura y nadie protestó, y ningún maestro señaló a su compañero por ser incompetente. Nadie hizo huelga, nadie hizo paro. Nos graduamos con lagunas de un sistema que dista mucho de ser excelente. Tener algunos maestros y maestras buenas no me sirvió para cubrir todas las lagunas que había creado el sistema en mi educación. Graduarme con un promedio alto, tener muchas medallas para hacer alarde y un IGS con el cuál podía entrar a cualquier programa de cualquier recinto tampoco me sirvió cuando no pude identificar algo tan básico como una gradilla en un laboratorio de biología. Lo siento, pero gran parte de mi educación se la debo a mi madre. Soy bilingüe porque viví en Estados Unidos, no porque doce años de inglés en la escuela pública hayan servido de algo. Sé sobre historia, política, sociología y filosofía porque mi madre me enseñó a leer. Escribo y hablo correctamente porque mi madre me corregía los errores ortográficos. Y parece mentira que maestros y maestras de español no supieran decir mi nombre correctamente cuando el mismo lleva acento. Es una vergüenza que el día de mi graduación me llamaron a la tarima por "Ismari" (acentuando la letra a) y que yo tuviera que corregir a la persona indicando que mi nombre es "Ismarí" con acento en la i. La escuela pública no me formó, yo sobreviví la escuela pública. 


Sí, aún así, entré a la Universidad de Puerto Rico, como algunos otros estudiantes de escuela pública logran hacerlo, pero no, no somos parte de la norma, somos una excepción. La realidad es que son muy pocos los estudiantes de escuela pública que tienen la posibilidad de entrar al sistema UPR. Si bien es cierto que al sumar todos los recintos del sistema se observa que un 55.8% de los estudiantes provienen de escuela pública, es irresponsable echar a todos los recintos en un mismo saco cuando tienen una diferencia en los IGS que piden para entrar a un mismo programa. Diferencias tan grandes como la que existe entre el programa de Ciencias de la UPR Recinto de Río Piedras con un IGS mínimo de 350 versus el programa de Ciencias de Utuado que exige un IGS mínimo de 250. Hay una diferencia de cien puntos. Si observan las estadísticas, los estudiantes de escuela pública que ingresan al Recinto de Río Piedras constituyen un 35.1% mientras que los que ingresan al Recinto de Utuado son un 70.7%. ¿Por qué? Evidentemente, hay un abismo entre los estándares de admisión de cada recinto, particularmente cuando se comparan con Río Piedras. Ahora bien, ¿qué importa si entramos o no cuando muchos de nosotros entramos con deficiencias académicas? Es una muestra evidente de que tenemos un problema craso con la educación en nuestro país, cuando tienes como compañeros de clase a estudiantes universitarios que no pueden escribir sin errores ortográficos, problemas abismales de redacción y una incapacidad evidente de interpretar y analizar información, al leer un texto o ver un material audiovisual. Es una verdadera vergüenza ser la única persona en un salón de clases universitarias, que sabe la respuesta cuando el profesor pregunta quién fue el Senador Joseph McCarthy, qué es el “McCarthismo” o qué fue la guerra fría tomando en cuenta que somos una colonia de Estados Unidos. Es desesperante saber que hay estudiantes universitarios que no sabían que existen dos himnos puertorriqueños o que no tienen idea de qué fue la Masacre de Ponce. No me importa cuántas medallas tienes, con qué promedio te graduaste ni cuál fue tu IGS, si esa acumulación de premios no te permite ser objetivo, hacer uso de tu pensamiento crítico e interfiere con tu capacidad de ser honesto y reconocer que con todas esas medallas y trofeos es posible que no estuvieras preparado para cursar estudios de nivel universitario. Más aún, si piensas que porque tú tuviste suerte y eres una excepción, eso significa que no hay nada de malo con nuestro sistema educativo público, entonces estás poniendo en evidencia que algo no te permite hacer un análisis objetivo de la realidad puertorriqueña, aún cuando hay estadísticas y datos que la muestran con claridad.


Ya está bueno del maldito insularismo que no nos permite ver más allá de nuestras narices. En el 2012 se realizó en Puerto Rico una versión experimental de las pruebas PISA. Cabe señalar que en Puerto Rico el Departamento de Educación eligió las escuelas que serían evaluadas, incluyendo entre estas, escuelas públicas y escuelas privadas. El 58% de los estudiantes eran de escuelas privadas. Teniendo esta posibilidad, dudo que el Departamento haya elegido a las peores escuelas por lo que si inferimos que ellos seleccionaron a las mejores escuelas del país para participar en las pruebas, aun siendo este el caso, los resultados son bastante espeluznantes.


Los estudiantes de escuela superior que participaron se posicionaron en el veinte porciento más bajo para las materias de matemáticas, ciencia y comprensión de lectura. No, Puerto Rico no está entre los diez países del mundo con el mejor sistema de educación, y esto es relevante porque a esto es a lo que deberíamos aspirar. Por eso de hacerle honor al bendito lema hueco que dice, "Puerto Rico lo hace mejor". Por lo tanto, cuando alguien señale los defectos y problemas que tiene el sistema de educación de nuestro país, no te ofendas. No permitas que tu ego se manifieste. Si queremos ser los mejores, tenemos que empezar por reconocer todas las áreas en las que fallamos y somos mediocres.

Si te ofendes, te molestas y niegas que exista un solo problema, o alguna área en la cual podríamos hacer las cosas de una mejor manera, entonces lo siento boricua, pero a ti no hay quien te ayude.

Referencias:

Composición y perfil de la Universidad de Puerto Rico, http://www.upr.edu/documentos/composicion-perfil.pdf

Programas Académicos de la Universidad de Puerto Rico e IGS, http://estudiantes.upr.edu/admisiones/carreras/exploreps.php?a=lct&cat=26

Resultados de las pruebas PISA, http://www.caribbeanbusinesspr.com/news/pr-scores-low-on-global-report-card-100911.html 

Las pruebas PISA según el DE, http://www.de.gobierno.pr/prensa/51-noticias/2359-participacion-de-pr-en-pruebas-pisa-no-puede-medirse-aun-con-otros-paises




Creative Commons LicenseCarta de una estudiante graduada de escuela pública by Ismarí Marín Negrón is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.

viernes, 3 de abril de 2015

¿Qué significa ser vegano?

"No come carne, no puede callarse al respecto."


La mayoría de las personas con las que alguna vez he sostenido al menos una ligera conversación, tiene una idea de lo que es ser vegetariano, aunque debo decir que en la mayoría de los casos es una idea errada. Sin embargo, cuando les digo que soy vegana no tienen la más mínima idea de lo que significa. Por tal razón, y debido a la gran confusión que es promovida particularmente a través de las redes sociales, a continuación proveo algunas definiciones sobre lo que es y no es un vegano. Mi objetivo es proveer una definición simple y fácil de comprender. Además, incluyo algunas comparaciones entre el veganismo, el vegetarianismo y otros modos de alimentación. 

El diccionario Merriam-Webster define "vegan" como una persona que no consume ningún alimento que provenga de animales y quien por lo general no utiliza productos animales (como el cuero). En español no existe una traducción oficial, pero se utiliza la palabra vegano para referirse a lo mismo. Esto significa que nuestra alimentación incluye todo tipo de fruta, vegetal, grano y legumbre, es decir plantas. Mientras que excluye de la misma, la carne, es decir cualquier animal (si, los peces y los mariscos también son animales), y también productos que pertenecen a dichos animales, como la leche (productos lácteos como el queso), los huevos y la miel. Los vegetarianos también excluyen la carne de su alimentación, sin embargo a diferencia de los veganos si consumen productos pertenecientes a animales. Algunos consumen productos lácteos y huevos por lo que se les conoce como ovo-lacto vegetariano, mientras que los que consumen productos lácteos pero excluyen los huevos de su alimentación son conocidos como lacto vegetariano. 

El veganismo es una postura ética que se opone al especismo, es decir, a la discriminación de un individuo sintiente en base a su especie. Es este discrimen el que permite que las personas justifiquen la explotación, esclavitud, matanza y el consumo de animales sintientes no-humanos. 






El no utilizar productos que hayan sido probados en animales como por ejemplo: cosméticos y detergentes, no es necesariamente exclusivo de los veganos ya que muchos vegetarianos también optan por no utilizar este tipo de producto. Lo mismo ocurre con la ropa y zapatos que han sido fabricados a partir de pieles de animales. Solo menciono algunos ejemplos, pero los productos no utilizados por veganos o vegetarianos no se limitan únicamente a los que he mencionado. 


"Los vegetarianos no consumen carne. Nunca lo han hecho y nunca lo harán." Vegetarian Society
A menudo me sucede que cuando voy a un restaurante y le indico a la mesera que no consumo carne me ofrece pescado y mariscos. Los vegetarianos y veganos no consumimos pescado ni mariscos. En inglés, a aquellas personas que excluyen todo tipo de carne de su alimentación, pero que incluyen el pescado en la misma, se les conoce como "pescatarian". Desafortunadamente en español, a pesar de que se utiliza el término de "pescetariano" de manera casual, no encontré el mismo definido en ningún diccionario. 


Lo que no es el veganismo



  • No es una religión, secta o culto.
  • No es una moda hipster. 
  • No es una postura elitista o clasista.
  • No es una organización con una agenda secreta.
  • No es una dieta para adelgazar.
  • No es algo que solo los gays hacen.
  • No es algo que define tu género.
  • No es una ideología hippie o "new age".


Usted puede ser vegano independientemente de su creencia religiosa, género, orientación sexual, clase social, ideología política, nacionalidad u etnia. Cada vegano es un individuo distinto a los demás con distintas creencias e ideologías, por lo que no todos hablamos y nos comportamos de la misma manera. 









Creative Commons License¿Qué significa ser vegano? by Ismarí Marín Negrón is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.

domingo, 22 de marzo de 2015

Receta: Mantecado Vegano




Mantecado de guineo y frambuesa con granola y pasas

Comencé a hacer este mantecado en casa como una versión alternativa a el mantecado que está hecho con productos animales y que además no es saludable. Este mantecado a base de guineo en cambio, es saludable, sus ingredientes son económicos y además, es muy fácil de hacer. Para ver más información sobre los beneficios de los guineos vaya aquí.

Ingredientes:

3 Guineos congelados

1/2 - 1 taza de su fruta de preferencia

2 - 3 onzas de agua

1 cucharada de el topping de su preferencia

Instrumentos:

1 Cuchillo

1 Envase con tapa

1 Procesador de alimentos o Licuadora


Procedimiento: 
  1. Asegúrese de que sus guineos estén maduros, es decir que ya tienen manchas marrones o como yo les llamo, pecas.
  2. Corte los guineos en ruedas y colóquelos en un envase con tapa.
  3. Coloque el envase con tapa en el congelador y espere al día siguiente.
  4. Eche los guineos en el procesador de alimentos y agregue su fruta de preferencia si desea hacerlo con más fruta. De lo contrario puede hacerlo solo de guineo. (Puede usar una licuadora si esta es bastante fuerte, de lo contrario es posible que no alcance la consistencia adecuada.)
  5. Agregue agua al procesador de alimentos o licuadora.
  6. Licúe hasta que alcance la consistencia que se observa en las fotos.
  7. Puede servirlo y comerlo así o puede ponerlo inmediatamente en el congelador y servirlo luego para una consistencia más dura.
  8. Agregue los toppings de su preferencia y buen provecho.










Creative Commons LicenseRecetas: Mantecado Vegano by Ismarí Marín Negrón is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.

sábado, 14 de marzo de 2015

Historias sobre Julieta

Como escapar de un abusador

Parte I

Egon Schiele

Corre.
Ese fue el único pensamiento que el cerebro de Julieta pudo conjurar luego de haber quedado paralizada durante lo que pareció toda una vida. El primer golpe fue inesperado. Todo ocurrió en cámara lenta, como escena de película. La mano gigante se echó hacia atrás como para agarrar impulso y hacer que el golpe doliera más. Identificó a su víctima y se trazó una trayectoria. Se lanzó. El suceso ocurrió en cámara lenta ante los ojos de Julieta, pero el golpe vino de manera instantánea y sin aviso. La mano abierta que viajaba a treinta y dos millas por hora alcanzó su objetivo, la mejilla juvenil de Julieta. Las pieles se juntaron para este trágico suceso. Luego de voltear la cara de Julieta de izquierda a derecha y tras despegar su látigo de la víctima, aquella mano gigante se llevó consigo un poco de piel de la mejilla de Julieta. Las luces de la oficina parpadearon y el edificio tembló al ritmo que temblaban las manos de Julieta. Se estaba ahogando en su sudor, respirar era una labor titánica, su mente estaba en blanco. El abusador se alzó aun más como serpiente mientras manoteaba y gritaba, "¿Qué carajo haces aquí? ¿Qué estabas pensando?" Se acercó a Julieta y la exprimió con sus manos mientras la jamaqueaba y le escupía la cara con sus gritos, "¿Qué carajo estás pensando?" ¿Qué estaba pensando Julieta en ese momento? Nada. Su mirada vacía se filtraba por la ventana, pero no lograba ver nada. Detrás de la ventana no existía la ciudad que ella conocía, no existían sus amigos ni su familia, no existía ella y tampoco existía todo este dolor, solo había un gran resplandor. "¡Te prohibí que vinieras a verme a la oficina!" Las manos del abusador apretaban cada vez más, sus dedos rozaban los huesos cansados de Julieta. Por fin la soltó. Julieta caminó hacia el baño de la oficina cuando recibió el segundo golpe. Esta vez cayó al piso. Este golpe fue peor que el primero porque este lo recibió mientras estaba de espalda y vulnerable a todo mal. "¿A dónde crees que vas? ¡Te estoy hablando!" Julieta por fin logró dejar escapar unas palabras tímidas, "Iba a usar el baño." Aborreció su reacción casi al instante, pero su boca no lograba reproducir más nada. Estaba atrapada y no sabía como escapar. Sus pies se despegaron del suelo y comenzaron a bailar fuera de tiempo. Sintió la mano del abusador entre sus rizos. La movía de un lado a otro como fantoche. Pensó que esta vez si correría por su vida. Las garras se aflojaron en un momento de descuido y los rizos lograron zafarse. Julieta salió corriendo de la oficina. No tomó el elevador. Golpeó la puerta de emergencia con todas sus fuerzas y el edificio comenzó a llorar. Bajó las escaleras de los once pisos sin tropezar hasta salir a la calle. Se sintió en un mundo de fantasmas. No veía bien, los carros y la gente eran meros celajes. Nada se veía claro, excepto su vómito en la acera blanca. Corrió sin detenerse hasta llegar a su lujoso apartamento. Allí permaneció inmóvil. Y mientras esperaba con miedo la llegada del abusador, se sentó en el sofá a tomarse sus lágrimas rendidas. 

Creative Commons LicenseHistorias sobre Julieta: Como escapar de un abusador Parte I by Ismarí Marín Negrón is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.

sábado, 28 de febrero de 2015

Historias sobre Julieta

Menstruación



El blanco de la bañera se borró con la sangre espesa de Julieta. Nunca había visto toda su sangre correr libre fuera de su cuerpo. Siempre había visto los restos oxidados pegados a pedazos de tela y algodón. Eran manchas apestosas sin vida. Hoy parecía un río brillante lleno de vida. De repente se sintió engañada. Había aprendido a ver en su sangre fealdad. Estaba acostumbrada a desdeñar el proceso biológico obligatorio para el cual era citada todos los meses. Sin embargo, en aquél momento, escondida en el baño y mientras sus pies besaban la bañera caliente y húmeda, Julieta se dio permiso para sentirse fascinada sin cargar sobre sus hombros ni una pizca de remordimiento. Sus ojos se hacían grandes. Eran dos esferas rojas de navidad. El brillo de su sangre invadía su rostro. Las voces asqueadas del mundo hicieron silencio. Entre el asombro y la fascinación logró colarse una sonrisa de dientes separados y boca abierta. Su pecho ardía de emoción. Sus manos, había dejado de sentir sus manos, y sus pies y todo su cuerpo. En ese instante no existió nada más que su río de sangre. Se había enamorado. Ella no sabía que podía crear con su cuerpo tales ríos preciosos de condensada escarlata. Tampoco sabía que llevaba consigo tinta para pintar paisajes en su bañera. El río no bajaba por sus piernas sino que caía como cascada y brotaba caudaloso de su nueva mejor amiga. La copa lograba atrapar un pedazo de su interior sin lastimarlo. Acumulaba la sustancia compleja dentro de si como un vientre para luego parirla. La copa era íntegra, la copa no mentía. La copa, ante todo, era fuente de liberación. Era una habitación cómoda, un hospedaje de tipo transitorio en el que sus células podían descansar seguras sin sufrir cambios hasta el momento de su liberación. Julieta permaneció inmóvil mientras el río, su río condensado de escarlata abandonaba el canvas húmedo. Observó el espectáculo de liberación muy atenta mientras una ola súbita de poder se acomodó en su pecho. Se quedó pegada a la bañera hasta que las gotas juguetonas de agua lograron escapar junto con el último rastro de su río condensado de escarlata.


Creative Commons LicenseHistorias sobre Julieta: Menstruación by Ismarí Marín Negrón is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.