Tomaré las palabras de Casas prestadas, "La clase que doy es Economía Doméstica. La realidad es que su nombre correcto es Programa de Ciencias De La Familia y el Consumidor. La gente piensa que lo que hacemos es cocinar y cocer." Pero, como no todo es como uno cree agrego más palabras por parte de Casas, " ...yo les enseño a mis estudiantes destrezas de vida."
El día de hoy tuve la oportunidad de compartir con la Profa. Casas y sus estudiantes pertenecientes a la Escuela SU Cacique Majagua de Bayamón. Además de viajar por todos los pueblos de mi isla, Puerto Rico, dando abrazos y promoviendo la no-violencia, también comparto mis experiencias personales sobre la aceptación, el amor propio y el acoso o bullying. Me llena de alegría saber que existen maestrxs que se preocupan por el bienestar de sus estudiantes y que entienden lo fundamental e importante que es presentar y trabajar temas como el amor propio desde una edad temprana. Casas, es un ejemplo de esto, quien no solamente tuvo el interés de que yo compartiera con sus estudiantes y pudiera servir como motivación, sino que además, como parte de su currículo para la clase de Economía Doméstica, incluye unidades totalmente dirigidas a las destrezas de vida. No me afeité las piernas y me puse un pantalón tipo capri para que se vieran a simple vista parte de mis piernas. Por supuesto que lo hice con toda la intención. Les presento el tema y soy recibida con comentarios como, "Eso solo te tiene que importar a tí." y "¡Esas son tus piernas!". ¡Bravo! Unxs jóvenes de quince años y menos pudieron lidiar tranquilamente con el hecho de que yo no tuviera las piernas afeitadas. A tí, hombre o mujer de treinta años o más que me lee, piense que si unxs jóvenes de catorce y quince años tuvieron la capacidad de comprender que cada persona luce las diferentes partes de su cuerpo como desee, entonces es tiempo de que usted también madure y comprenda lo mismo. Por supuesto que habían jovencitxs tímidxs y que evidentemente estaban lidiando con su autoestima, sin embargo ese es el detalle, estaban lidiando. Lo estaban manejando, me escucharon, hicieron preguntas, fueron valientes y compartieron experiencias personales. Realmente me irritan los adultos que pretenden normalizar el acoso en las escuelas diciendo cosas como, "Eso es normal, todos lo hacen." o "Yo fui víctima de bullying cuando chamaco y hoy día soy una persona normal, no me afectó." ¿De verdad no te afectó? Los invito a mirar hacia adentro y evaluar qué tan cierto es eso de que escaparon ilesos de situaciones traumáticas que lamentablemente son normalizadas y muchas veces ignoradas. La batalla es real. Lo sé por que yo fui víctima y lo sé por que lo veo en los ojos de cada niño que veo en cada escuela que visito. El respeto, el amor propio y el trato digno son cosas que se enseñan y se aprenden igual que el odio. ¿Qué le vamos a enseñar a nuestrxs niños?
Vallejo (Museo de Arte e Historia Cecilia Franceschini Filardi De Catala)
Esto viene, no de mis entrañas, sino de mi cerebro.
Puerto Rico se desmorona y se me escapa entre los dedos. Las migajas caen de a poco. Parecen flotar como las aves, pero pronto se abrazan violentamente con el suelo. La noticia me la dio mi madre, temprano en la mañana. Una familia puertorriqueña había sido asesinada. El dolor me llegó hasta el fondo, bailó sobre mis entrañas y al final encontró su lugar en mis huesos. Digo que en los huesos, por que los dolores que los atacan son imposibles de abrazar, imposibles de calmar. No sé que me ha aterrado más, si la desquiciada noticia de una masacre en la casa de mis vecinos guaynabeños o la reacción abominable de mi enfermo pueblo.
Las migajas caen de a poco.
Se levanta una ola de seres apasionados pero que no razonan. Mi pueblo está enfermo, sí, es cierto. Enfermo, por que ante la noticia de una masacre pide más sangre. Se quieren bañar de sangre, dicen que por que eso se merece. Pero qué arrogancia la de mi pueblo, creer que puede clamar la sangre de un desgraciado y que con eso todo estará resuelto. Pobre ignorante mi pueblo, consumido en llamas, apenas los veo, no los reconozco, son siluetas de carbón que muerden a otros hombres y a otras mujeres y se tragan vivos a los niños.
Las migajas caen de a poco.
Qué conveniente es la demacrada educación sobre enfermedades mentales en este, mi decrépito país. Qué atrevimiento el de los sin cerebro. Me comparan con un asesino, ellos, mi triste y confundido pueblo que no conoce la diferencia entre un diagnóstico clínico y un asesino cuerdo. Sí, cuerdo. Hay gente hija de puta, hija de puta de verdad, capaces de matar y no tienen que tener un desorden mental para hacerlo. Pero por la ignorancia de este pueblo pagamos otra vez nosotros, parece que mi pueblo nunca dejará de tenerme miedo.
Las migajas caen de a poco.
Cuando Tito, Ricky o Culson la pusieron en la luna todos eramos puertorriqueños. Todos somos bien boricuas mano, de pura cepa, de aquí como el coquí hasta que ocurren semejantas atrocidades como la de mis vecinos guaynabeños. Entonces inicia la disociación, y se extirpan a Puerto Rico como si vieran las cosas desde otra nación. Entonces hablamos sobre la maldita isla esta, y sobre aquellos locos, pero nunca, nunca, nunca miramos hacia adentro. Por que si miras hacia adentro te das cuenta de que formas parte de esta isla que tú llamas mierda. Por que mirar para adentro implica darte cuenta de que respirar, ocupar espacio y poner estados violentos en facebook no son suficientes para sacar a una colonia herida del calabozo inmundo en el que durante tantos años ha estado sin recibir alimento.
Las migajas caen de a poco.
Me da miedo este pueblo incapaz de mirar con compasión, que no piensa, que se estanca, que no lee, que cada cuatro años va y hace lo que los políticos quieren. Me dan miedo esos puertorriqueños vengativos con ideas macabras, profesionales de pacotilla que asesinan con sus palabras, me dan miedo. Bestias blancas dispuestas a cortar cabezas, a mancharse con sangre ajena, puertorriqueños reducidos a algo menos que formas humanas.
Las migajas caen de a poco.
Qué duro y lastimoso este camino que le trazan los adultos a los pobres niños de mi matria. Nos enseñan a despedazarnos, nos enseñan como odiar. En fila los veo, afilando sus cuchillos para arrancar con rabia de sus pieles la mancha de plátano que les recuerda de dónde vienen. Puerto Rico se desmorona y se me escapa entre los dedos. Las migajas caen de a poco.
I'm all 'bout that bass, 'bout that bass, no treble
I'm all 'bout that bass, 'bout that bass, no treble
I'm all 'bout that bass, 'bout that bass"
La nueva canción de Meghan Trainor tiene un ritmo que contagia a cualquiera, como es el caso con casi todas las canciones pop de esta época. Posiblemente ya la has escuchado en la radio de Puerto Rico y has subido el volumen 'hasta home' mientras cantas disparates. Si no eres de lxs que canta disparates por que realmente entiendes la letra, aun así, posiblemente no te has percatado del problema. Y es que sin prestarle demasiada atención, la canción de Trainor parece ser un himno de liberación femenina sobre el cuerpo y sobre amor propio. Al menos eso pensé la primera vez que la escuché. Pero, al escucharla por segunda y tercera vez me di cuenta de que había un grave problema.
"Yeah it's pretty clear, I ain't no size two
But I can shake it, shake it like I'm supposed to do
'Cause I got that boom boom that all the boys chase
All the right junk in all the right places"
Inicia con una aseveración razonable en la que expone que es más que claro que ella no es una talla dos. Esta es una crítica social de suma importancia pues promueve la diversidad y destruye el 'cuerpo perfecto' o el ideal de belleza al que nos enseñan a aspirar por medio de propaganda. Lamentablemente, casi de inmediato destruye lo que había comenzado bien diciendo que ella puede menearse como se supone. Añadir las palabras como se supone le da una carga particular a la oración, pues deja claro que existe la expectativa de que las mujeres sepan como menearse, en otras palabras, fortalece la idea machista de que las mujeres somos un objeto de entretenimiento. Creo que la peor parte de este fragmento es cuando canta que ella tiene ese 'boom boom' que todos los hombres persiguen. El himno de liberación femenina rápidamente se convierte en otra lírica pseudofeminista que pretende hacer sentir bien a las mujeres en base a lo que los hombres piensen de ellas.
"I see the magazines working that Photoshop
We know that shit ain't real
Come on now, make it stop
If you got beauty beauty just raise 'em up
'Cause every inch of you is perfect
From the bottom to the top"
En la siguiente parte se arregla un poco la cosa cuando hace un ataque directo a las revistas que tienen como blanco tanto a hombres como a mujeres. Habla sobre el uso de Photoshop, y luego menciona que 'cada pulgada de ti es perfecta de los pies a la cabeza'.
"Yeah, my momma she told me don't worry about your size
She says, boys they like a little more booty to hold at night
You know I won't be no stick-figure, silicone Barbie doll,
So, if that's what's you're into
Then go ahead and move along"
Una vez más, aquí se vuelve terrible la canción. Aunque empieza con un lindo consejo de su madre quien le dice que no debe preocuparse por su tamaño, luego la misma madre le confía que a los hombres les gusta tener más pompas para agarrar por la noche. Otra vez, la autora se equivoca cuando pretende empoderar a las mujeres de talla plus utilizando el argumento de que eso es lo que los hombres prefieren. Es importante sentirnos bien con nuestros cuerpos y practicar amor propio para beneficio de nosotras mismas y no por que a algún hombre le pueda gustar. Nuestro valor no puede estar atado a las opiniones de los demás. Me pregunto que le hubiese dicho esta madre a su hija si la misma no fuera de una talla plus sino de una talla dos. ¿Le hubiese dicho que eso prefieren los hombres? Me parece un comentario irresponsable por parte de la madre, ya que además de ignorar por completo la diversidad inmensa que existe con relación a cuerpos, formas y peso, le está enseñando a su hija a verse a través de los ojos de otros y a contentarse con la idea de que tiene el cuerpo que es deseado por todos los hombres. La idea de que todos los hombres prefieren un tipo de cuerpo en particular es otra falacia, además ignora por completo la persona y al igual que los medios reduce a las mujeres a un cuerpo para el disfrute de los hombres.
Una de las peores partes de esta canción es cuando dice que ella no será una figura de palo ni una muñeca Barbie de silicona. Cae en la terrible práctica de atacar a otras mujeres por que ella también ha sido atacada. Si bien es cierto que el ideal de belleza femenina en términos de peso no es una mujer con gordura sino una mujer delgada, las mismas también son víctimas de acoso por motivo de su físico. Decidir atacar a la mitad o a más de la mitad de la población femenina solo por que son delgadas es exactamente igual que atacar a una mujer por estar sobrepeso o tener más gordura que las demás, es convertirse en un bully. Lo más triste de todo es que estas expresiones estén en una canción que parece ser un himno de amor propio, pero al parecer este himno es solo exclusivo para algunas mujeres. Si eres delgada, esta canción puede lograr exactamente lo contrario pues según la misma los hombres prefieren mujeres más gruesas para dormir, tienes una figura de palo y eres igual de falsa que una muñeca de silicona. Lamentablemente, los insultos no culminan ahí.
"I'm bringing booty back
Go ahead and tell them skinny bitches Hey
No, I'm just playing I know you think you're fat"
Trainor continúa su espeluznante canción cargada de odio gritando a los cuatro vientos que ella trae de vuelta las pompas y que pueden ir a decirle esto a las flacas cabronas. Si eres mujer y estás leyendo esto quiero que te detengas y pienses en todas las mujeres flacas que conoces. Quizás sea tu mamá, tu mejor amiga, tu prima o tu tía. ¿Te referirías a ellas de esta manera? ¿Te gustaría que alguien las considerara unas cabronas solo por ser delgadas? Y si no son ellas las flacas no importa, aun si son mujeres desconocidas para ti son seres humanos que merecen respeto y dignidad. No nos dejemos seducir por las ideas que nos convierten en enemigas. Es vergonzoso que a segundos de salir de las vaginas de nuestras madres ya nos susurran al oído que nos cuidemos la espalda de otras mujeres por que son cabronas, bochincheras, traicioneras, celosas, etc. Nadie nace odiando a nadie. El odio se enseña y se aprende. Vamos a desaprender todas esas ideas que nos dividen y vamos a aprender sobre las que nos unen. Somos mujeres, somos seres humanos, somos terrícolas.
Esta es una versión editada de la canción que realmente es inclusiva.